top of page

Ahí estuvo el bordado nuevamente para sostenerme y acompañarme.

“El bordar no solo es una manualidad,


sino el encuentro conmigo misma, con mis necesidades,


donde la plática es hacia adentro,


donde se trenzan pensamientos y emociones…”



Como a muchas cosas buenas, llegué al Bordado por casualidad, fue casi una escena de novela. Entré en casa de una artesana amiga, y en su galería iluminada por el solcito de la tarde yacía su primer trabajo de un taller que estaba haciendo, una explosión de flores y colores que me hipnotizaron. Yo quería entrar en ese mundo, lo supe al instante. A los pocos días comencé a tomar clases con Cristina, ser mágico que con paciencia infinita saca de cada una de sus alumnas una bordadora creativa y única. En ese entonces, yo llevaba un año sin trabajo formal, había elegido dejar todo para criar a mi último retoño con apego, y si bien transitaba momentos amorosos, mi ser estaba abocado a la maternidad sin respiro, sin espacio para el amor propio. Y así, con un simple lienzo, y lanas coloridas, logré mi lugar intocable, minutos entre siestas infantiles, entre noches silenciosas, donde nada ni nadie me distraerían de mi nueva labor, que no solo es una manualidad, sino el encuentro conmigo misma, con mis necesidades, donde la plática es hacia adentro, donde se trenzan pensamientos y emociones, mientras las hebras trazan aves, delinean hojas, rellenan flores.


Miles de punto atrás, decenas de rococós, infinitas cadenitas fueron volviendo imprescindible mi encuentro con el bordado, porque aunque suene exagerado, este arte me salvó de la maternidad, o al menos de sus aspectos asfixiantes. También fue vehículo para nuevos lazos femeninos, con mis compañeras bordadoras, con mujeres de mi linaje, mediante historias, y hasta bastidores e hilos que me cedieron de viejos y olvidados baúles y costureros. Con las grandes y aguerridas habitantes de nuestra Latinoamérica, que seguro acompañan nuestras labores.


Sin embargo había un plan mayor, debía conocer el Bordado porque lo necesitaría aún más. Sin síntomas, ni advertencias, descubrieron un tumor maligno en mi cuerpo, por lo que necesité una cirugía urgente. Y ahí estuvo el bordado nuevamente para sostenerme y acompañarme junto a toda mi gente querida. Bordé, bordé y bordé hasta horas antes de la anestesia, para desconectarme, o para reconectarme. Y una vez en casa, tome lienzos, trapitos, retazos y todos fueron recibiendo puntos y puntadas, fue terapéutico, fue bálsamo, fue compañía, y lo sigue siendo en este camino de sanación…


También me gustaría compartir fragmentos de un bonito libro, que resume mi sentir por el Bordado, donde reemplacé la palabra tejer por bordar: “… Ella nunca aprendió a bordar pues le resultó mucho más importante desarrollar su intelecto, estudiar. Por años consideró que bordar era para señoras que no tenían nada que hacer. Sin embargo, tenía que reconocer que el conocimiento adquirido afanosamente durante sus años universitarios no había logrado proporcionarle paz. Tal vez había un tipo de conocimiento, un saber ancestral que no había encontrado y quizá porque buscó en el lugar indebido pues esta sabiduría no sólo estaba encerrada en los libros, estaba en actividades íntimas cotidianas que por simples no eran tomadas en cuenta por los estudiosos. Bordar, ahora lo consideraba, le había dado sentido a toda la humanidad por miles de años. Se bordaba para arropar, para plasmar historias y símbolos dentro de bellos textiles…Bordar era repetir el mito de la creación puntada a puntada…” “…En esos difíciles momentos que estaba atravesando, bordar resultaba una forma de sostenerse, de mantenerse en pie, de ordenar sus pensamientos, de controlar su ansiedad. Descubrió que al bordar uno podía sostener maravillosas conversaciones con uno mismo, con los demás o de plano compartir el silencio…” (“Mi negro pasado” de Laura Esquivel).


Sólo tengo sentimientos de gratitud hacia el bordado y mi querida maestra.


Cande Rossi

Alumna Casa Taller

 
 
 

Comments


  • alt.text.label.Instagram
  • Spotify
  • WhatsApp
  • Facebook
  • YouTube

©2013 por casatallerbordadoartesanal. Creado con Wix.com

bottom of page