¿Qué es CASA TALLER BORDADO ARTESANAL?

Más que un espacio físico, Casa Taller es un proyecto que integra la investigación y la creación de procesos sistemáticos en torno a la  construcción de saberes que permiten el fortalecimiento del bordado como práctica artesanal. 

Casa Taller surge en el año 2013, en Mendoza Argentina como un proyecto  autogestivo,  permanente e itinerante, fruto del proyecto de investigación: Bordar y Salud Mental. 

​​La esencia de  Casa Taller es sentir que lo artesanal no es solamente la elaboración de un producto sino una mirada de la vida y que las prácticas artesanales, tienen un gran impacto en nuestro cerebro, en nuestro cuerpo y en las construcciones sociales.

Si bien, Casa Taller es una iniciativa personal, desde el comienzo hemos generado trabajo en red, a través del desarrollo de proyectos en conjunto con: La Mercería la quinta sección, Biblioteca Popular Chacras de Coria, Cultura Viva Comunitaria Argentina y grupos autogestionados de Mendoza, Godoy Cruz, Maipú y Chacras de Coria. 

Durante la pandemia, como muchos otros proyectos, también nos enfrentamos al desafío de migrar a nuevas plataformas y posicionarnos en redes sociales, de esta experiencia nos quedó el gran regalo de poder ampliar nuestros servicios a todos los rincones del mundo. Actualmente contamos con alumnas y alumnos en Colombia, Ecuador, Argentina, Perú, Chile, México, Puerto Rico, Brasil,  República Dominicana, Estados Unidos, Canadá, España, Barcelona y Francia.  

En Casa Taller acompaño a las personas para que se conecten con su proceso creativo y promuevo la práctica de bordar como:

• Un estilo de vida.

• Un medio que nos permite conectarnos con nuestra esencia  creativa.

• Una herramienta de autocuidado.

• Un instrumento con el que nos permitirnos el encuentro  con nosotras  y con otras/ otros para construir redes de  apoyo.

• Consideramos importante  la construcción de procesos comunitarios basados en el respeto, en una mirada interdisciplinar y un trabajo articulado. 

• Fortalecemos  los conocimiento y los aplicamos de manera creativa.

En cada encuentro oriento a las personas a explorar y descubrir su proceso creativo,  su propio lenguaje y qué historias quiere contar. Este enfoque no sólo enriquece la expresión personal y colectiva, sino que también nos brinda la oportunidad de ser conscientes y evitar prácticas perjudiciales como el extractivismo, la apropiación cultural y el plagio. El extractivismo implica tomar elementos culturales sin comprender su contexto original, saqueándolos y despojándolos de su significado y autenticidad. La apropiación cultural consiste en incorporar de manera superficial y descontextualizada elementos culturales sin respetar su origen ni reconocer a las comunidades que los crearon. Es importante reconocer que ciertos procesos, estilos e historias  relacionadas con el bordado adquieren un significado más profundo cuando son compartidos por las comunidades que los originaron. 

Cultivar un respeto profundo por esta herencia cultural no solo enriquece nuestro trabajo, sino que también contribuirá significativamente a la preservación y valorización de las tradiciones en su contexto. 

Cristina Oviedo Mejía 

Bordadora, educadora y Psicóloga